Cuando un equipo crece, llegan más atletas, más talento y más posibilidades. Pero también hay más tareas, más dudas, y más cosas que pueden salirse de control. El secreto está en crecer con estructura.
Aquí te damos claves para escalar sin enredarte:
- Crea subgrupos según edad, nivel o enfoque. Así puedes trabajar con cada grupo de forma eficiente sin que nadie se quede atrás.
- Forma un equipo de apoyo. Puede ser un asistente, un papá voluntario o un atleta con experiencia que apoye en calentamientos, control de asistencia o refuerzo de ejercicios.
- Estandariza procesos: canales de comunicación, formularios de tallas, calendario de entrenamientos, formatos de pedidos. Usa carpetas digitales compartidas para ahorrar tiempo.
Crecer no es perder el control. Es adaptar tu sistema al éxito que estás construyendo.