Planear un presupuesto suena complicado, pero no tiene que serlo. No necesitas ser contador ni tener hojas de Excel gigantes para organizar las finanzas de tu equipo. Solo necesitas claridad sobre tus ingresos y gastos, y un sistema sencillo que te permita tomar mejores decisiones durante el año.
Paso 1: Haz una lista de todos tus gastos esperados
Empieza por anotar todo lo que sabes que tendrás que pagar durante el año:
- Inscripciones a competencias
- Uniformes de competencia y de entrenamiento
- Transporte y alojamiento (si aplica)
- Entrenamientos extra o clínicas
- Premios, medallas o reconocimientos
- Merch para fans o padres (si planeas tener)
- Imprevistos (siempre reserva un poco aquí)
Hazlo por meses si puedes. Así sabrás en qué época del año gastarás más.
Paso 2: Calcula tus ingresos esperados
¿De dónde entra dinero?
- Cuotas de los atletas
- Venta de uniformes o merch
- Apoyos o patrocinios (si los tienes)
- Eventos o rifas de recaudación de fondos
Esto te ayudará a saber cuándo entra dinero y cuánto puedes destinar a cada rubro sin quedar en ceros.
Paso 3: Define tus prioridades
No todo es urgente ni todo se paga al mismo tiempo. Pregúntate:
- ¿Qué necesito cubrir primero para que el equipo funcione?
- ¿Qué puede esperar?
- ¿Qué podríamos ajustar si no alcanzamos?
Tener claro lo esencial evita tomar decisiones apresuradas después.
Paso 4: Usa herramientas simples
Puedes usar una libreta, una hoja de cálculo básica o incluso apps de presupuesto personal. No necesitas algo complejo. Lo importante es que lo revises mes a mes y hagas ajustes si algo cambia.
Paso 5: Involucra a tu equipo
Apóyate en tu equipo de trabajo. Tener un presupuesto claro también ayuda a que todos valoren más el esfuerzo que implica cada actividad.
Presupuestar no es limitarse, es prepararse. Cuando tienes claridad sobre tus números, puedes planear con más libertad, tomar decisiones sin estrés y evitar deudas innecesarias. Recuerda: no se trata de adivinar el futuro, sino de prepararte para lo que viene con lo que ya sabes.