El día del juego puede ser caótico. Pero tener rutinas simples puede ayudar a tu equipo a estar más enfocado y preparado mentalmente. Aquí compartimos prácticas fáciles que otros entrenadores ya usan con buenos resultados:

- Revisión del uniforme: Antes del calentamiento, cada atleta revisa que tenga su uniforme completo, calzado y accesorios. Menos estrés, más enfoque.
- Círculo en silencio: Tomen un minuto de silencio total antes de competir. Ayuda a calmar la mente y conectar con el momento.
- Visualización guiada: Pide a tus jugadores que cierren los ojos e imaginen un momento clave, como un pase perfecto, una rutina impecable o un tiro certero.
- Canto o aplauso: Crear un gesto corto y constante para iniciar el partido refuerza el espíritu de equipo y genera energía.
Consejo práctico: Comienza a incorporar estas rutinas durante los entrenamientos de verano. Así, cuando llegue la temporada, ya serán parte natural del equipo.
No necesitas más de cinco minutos. Pero sí pueden marcar la diferencia entre un equipo disperso y uno que entra a competir con todo.